16 de noviembre
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El Día Internacional de la Tolerancia es una oportunidad anual para la reflexión y debates sociales y políticos sobre los problemas de intolerancia locales y mundiales.
El desarrollo de la tolerancia y la confianza no se logra de la noche a la mañana: es algo que requiere tiempo y esfuerzo. Establecer la tolerancia supone el acceso a la educación. La intolerancia suele tener sus raíces en la ignorancia y el temor a lo desconocido, al "otro", a otras culturas, religiones y naciones. La intolerancia está también estrechamente ligada a un sentimiento de autoestima y orgullo, nociones enseñadas y aprendidas a edad temprana.
Pero no debemos olvidar que la educación no termina en el aula, y que nosotros, los adultos -en primer lugar como personas capaces de cometer actos de intolerancia, pero sobre todo en calidad de padres- también nos debemos educar en la tolerancia.
¿Qué es la tolerancia?
La tolerancia es el respeto de los derechos y las libertades de los demás. El reconocimiento y la aceptación de las diferencias entre las personas. Es aprender a escuchar a los demás, a comunicarse con ellos y a entenderlos. Es estar abierto a otras formas de pensar.
La tolerancia es el reconocimiento de que ninguna cultura, nación o religión tiene el monopolio del conocimiento o de la verdad. La tolerancia es una forma de la libertad: estar libres de prejuicios, estar libres de dogmas. La persona tolerante es dueña de sus opiniones y de su conducta. Es una actitud positiva hacia los demás, exenta a todo aire de superioridad.
El Juego de la Tolerancia
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