La medida debe tener la autorización de los padres y se incluye en un programa experimental al que deben sumarse los propios centros
La Conselleria de Educación implantará este curso un nuevo plan experimental dirigido a mejorar el rendimiento de los alumnos, aunque tendrá otras facetas igualmente llamativas. Se trata del programa familia-tutor, una iniciativa mediante la cual los padres se comprometerán por escrito a cumplir una serie de objetivos relacionados con el éxito educativo, desde fomenta el hábito lector hasta ayudar a sus hijos con los deberes y trabajos.
Además, el borrador de la normativa que lo regulará establece la posibilidad de que «el alumnado realice tareas o acciones sociales en beneficio de la sociedad cuando la corrección de una conducta negativa implique la expulsión temporal del centro». Para ello se firmarán convenios con los ayuntamientos, y en virtud de estos, se decidirá qué faenas realizar: labores de jardinería, limpieza de grafitis o de acompañamiento de personas mayores, por ejemplo. Los progenitores deberán dar su aprobación a esta medida disciplinaria de forma expresa.
El plan experimental empezará a funcionar desde este curso, aunque hay que tener en cuenta que la normativa todavía no es oficial. De hecho, pasará mañana por la mesa de negociación con los representantes sindicales (la primera del ejercicio). Los centros interesados en participar podrán presentar la solicitud a lo largo del curso una vez la orden se publique en el Diari Oficial.
El contrato incluye aspectos de lo más variados y son distintos en función de la etapa educativa: desde el compromiso de puntualidad en la entrada a clase hasta el fomento de hábitos saludables, higiénicos o de organización del tiempo de ocio.
La Federación de Enseñanza de CC. OO. PV criticó el plan porque ya se aplica en muchas escuelas y porque sólo sirve para «enmascarar» las carencias del inicio del curso.
Las Provincias
04.09.13 - 01:28 -
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